El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Fuenlabrada puso toda la carne en el asador para «ocultar» la decisión de su vicealcaldesa de utilizar a un funcionario municipal para acometer unas reformas en su vivienda privada. Las escuchas telefónicas que hizo la Policía al exconcejal José Borrás por su implicación en la trama del empresario chino Gao Ping revelan que el, por entonces, concejal de Seguridad tejió una «trama ficticia» para evitar que Teresa Fernández pudiera ser acusada de malversación de fondos públicos.
El informe policial que ayer destapó ABC recoge más de veinte conversaciones telefónicas del concejal donde, en casi todas ellas, refleja su malestar por el comportamiento de la vicealcaldesa y los quebraderos de cabeza que estas maniobras «ilegales» -a juicio de la Policía- le están provocando. Dos días después de que se conociera el incidente,José Borrás recibió una llamada de un hombre (no identificado en el informe) en la que hablan de los intentos de que la noticia no salga hasta el día siguiente en la prensa y de la pretensión de los concejales del PP de contar que el (ahora) exedil de Seguridad les había negado el documento con las diligencias que practicaron los dos agentes de Policía que se personaron en la vivienda de la vicealcaldesa para comprobar que se estaba utilizando material municipal en la obra.
Bastante elocuentes
En esa misma conversación, que se produjo a las 20.38 horas, refleja los problemas que la actuación de Teresa Fernández causa al equipo de Gobierno fuenlabreño: «Esta nos mete ahora en un follón de tres pares de cojones...», le cuenta el interlocutor a José Borrás, a lo que el exconcejal responde con un «ya te puedes imaginar».
Las primeras líneas del informe policial, que ayer avanzó ABC, son bastante elocuentes: «A través estas conversaciones -apunta el informe policial- se deduciría cómo Borrás intentaría de manera ilícita cubrir las acciones de Teresa, así como evitar las consecuencias de las mismas, elaborando una trama ficticia que no tiene nada que ver con lo ocurrido con la realidad». Informes policiales y del Consistorio falsos, facturas inventadas... Todo lo necesario para evitar inculpar a la vicealcaldesa.
Todo comenzó el 29 de mayo de 2012 cuando unos vecinos alertaron a unos concejales del PP de que unos operarios municipales estaban realizando una obra en la vivienda unifamiliar de Teresa Fernández que, además, es responsable de la Concejalía de Obras Públicas. Los ediles populares acudieron de inmediato a su vivienda y llamaron a la Policía para que hicieran un informe que constatara que era un operario del Ayuntamiento quien estaba realizando los trabajados y que, además, estaba utilizando material y maquinariapropiedad del Consistorio.
Eludir responsabilidades
Según se recoge en el sumario, Teresa Fernández se enteró a los pocos minutos de la presencia de los dos ediles del PP y es entonces cuando acude al concejal de Seguridad para que le ayude a diseñar una trama que le permita eludir responsabilidades.
El informe policial recoge más de una veintena de conversaciones telefónicas de Borrás con la vicealcaldesa y otros miembros del Ayuntamiento que, al final, también se vieron implicados en la trama. Las llamadas se realizaron entre el 29 de mayo (cuando los concejales del PP acuden a la vivienda) y el 1 de junio (cuando ABC destapa la información).
En las primeras conversaciones, un hombre (no identificado en el informe) se pone en contacto con Borrás para decirle que va a ser difícil falsear el informe. «No hay por dónde escaparse», le comenta. Borrás había pensado justificar la obra en una fuga de agua que estaba afectando a otros vecinos, pero su interlocutor le disuade: «Hay un reportaje fotográfico con los trabajos que estaban haciendo. Nada de salidas de agua, ni nada por el estilo: estaban enfoscando...».
Las escuchas a José Borrás reflejan cómo el exedil de Seguridad también urdió un segundo informe policial para maquillar los hechos, según el escrito, con el conocimiento del jefe de la Policía y el alcalde, y cómo también recomendó a Teresa Fernández que realizara una factura falsa para hacer creer que pagó por la obra 396 euros.
